Las redes inalámbricas cada día son más utilizadas bien en empresas, para ahorrar en cableado estructurado o para ganar en movilidad, o bien en nuestras casas para navegar por Internet con un portátil o incluso con el fijo ya que cablear nuestras viviendas es algo engorroso, caro y, sobre todo molesto por las obras que ello comporta. Casas en las que existan puntos de red en todas las habitaciones es casi imposible de encontrar, en algunos nuevos si está ya más o menos contemplado, por lo que lo habitual es tener los cables por el suelo. Esto hace tiempo que lo solución la “ciencia” con un sistema sin cables que se denomina WI-FI. La inmensa mayoría de personas conocen esta tecnología ya que la casi totalidad de los router que instalan los operadores de Internet lo incorporan.
Montar estas redes es bastante sencillo; en la mayoría de los casos, tanto si tenemos un Punto de Acceso (AP) como si tenemos un router adsl preconfigurado por nuestro Proveedor de Acceso, bastará con conectarlo introducir la contraseña que viene habitualmente debajo del router y listos, la informática es una pasada, pensareis los que no se hagan más preguntas. La gente no tiene ni la más remota idea de los problemas que este tipo de redes, que yo también utilizo pero evidentemente teniendo bien a salvo los ordenadores que no me interesan sean “públicos”, ofrecen a nivel de seguridad.
Al contrario que el cable estructurado donde los datos se trasmiten por el cableado donde la “única”, no es así ya que ahora por Internet todos los puestos que están conectados a la red son más o menos públicos, forma de entrar es pinchando en algún punto y a partir de ahí empezar a hacer cosas “malas”, la inalámbrica va por el aire y todo lo que vuela puede meterse en cualquier zurrón siendo además bastante sencillito.
Si os dais una vuelta por las redes inalámbricas que están al alcance de vuestro ordenador veréis que hay bastantes, ofreciendo información importante para posteriormente darse una vueltecita si te aburres y quieres investigar.
Por definición, muchos de los routers inalámbricos que tengan un par de años no traen ningún tipo de seguridad activada, además van por DHCP por lo que navegar a costa de tu vecino es bastante fácil. Es para lo que habitualmente se suele utilizar, para navegar, pero también hay casos en los que se utiliza para otras cosas no tan normales que os pueden poner en un aprieto si alguien se dedica a algo más que navegar.
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